- ¡Camarero!
- ¿Qué?
- ¡Camarero!
- ¿Qué?
- ¡Una de pipas pal pájaro!
- ¿Una de pipas pal pájaro?
- Pipas pal pajaro [pi pa pa para po 🎶] (Música de Scatman - Ski-Ba-Bop-Ba-Dop-Bop).
Es muy probable que si te pregunto quién es John Paul Larkin no lo sepas. Si la pregunta es quién es Scatman John, las probabilidades aumentan, pero si te digo que es el simpático señor del bigote que hizo una de las canciones más pegadizas y reproducidas de la historia, seguro que ya sabés quién es. Sí, sí, la del ¡pi pa pa para po! 🎶.
Lo que muchos no saben es que Scatman John tenía una particularidad que marcó su vida: una tartamudez destacable. Y como es de suponer, esto no hizo que su vida fuera fácil.
Nació en 1942 en El Monte, California, y desde que empezó a hablar, su tartamudez se hizo notar, y ese es el motivo por el cual él mismo recuerda su infancia como terriblemente traumática. Con doce años empezó con el piano, y se enamoró del Jazz, ese mismo Jazz que un par de años más tarde, le ayudaría un poquito.
Con catorce años, escuchando a Ella Fitzgerald y a Louis Armstrong, se volvió loco, escuchó que ellos improvisaban sílabas y palabras sin sentido mientras cantaban. Ese nuevo estilo de improvisación se conocía como scat (Ahora ya sabés de dónde viene el nombre de Scatman 🎷) y le fascinó.
Para él, el scat era una forma de tartamudear libremente, mientras que el piano era su forma particular de hablar, “Me escondí tras el piano porque tenía miedo de hablar”. La tartamudez lo tenía acomplejado. Y así siguió su vida, en los años 70 y 80, en sus trentis, se convirtió en un pianista de Jazz profesional y participó en varios grupos con los que se ganaba la vida viajando por Estados Unidos. La cosa no le iba bien, pero tampoco le iba mal.
En 1990, ya con 48 años, decidió mudarse a Berlín, donde siguió tocando el piano en hoteles y restaurantes de toda Alemania. Y fue allí donde, tímidamente, empezó a meter un poco de scat a sus piezas musicales. Y su mánager, Manfred Zähringer, después de ver algunas ovaciones al scat de John, tuvo una idea brillante, le dijo che, ¿qué te parece mezclar ese scat tuyo con House music?, ¿House music?, respondió. Sí, este tipo de música electrónica que la está rompiendo acá en Europa. Al principio, John no estaba muy convencido, pero se animó a grabar algunas canciones.
John dedicaba muchísimo tiempo a producir sus temas, y eso era carísimo, pero tardaba tanto porque tenía miedo que se descubriera su tartamudez, por eso repetía su trabajo hasta que fuera perfecto. Hasta que un día, su mujer, Judy, le dijo que se dejara de jorobar y cantara tal como era. ¡Y vaya que lo hizo!
1995
En 1995, a sus 53 años, escribió una canción donde hablaba de su lucha con la tartamudez y cómo encontró en el scat una manera de expresarse libremente. Enviaba un mensaje de aceptación y empoderamiento, animando a todos a no dejarse definir por sus dificultades. Y sí, como pueden imaginar, esa es la canción del principio. 🚀
Esa canción llegó al número 1 en casi todas las listas europeas, vendiendo más de 6 millones de copias. Su siguiente single también fue un éxito, vendiendo un millón de copias. Y su álbum Scatman's World rompió récords de ventas en varios países. Entre 1995 y 1996, consiguió 14 discos de oro y 18 de platino. ¡Una locura!
1996
En 1996, la rompió en Japón con dos singles y un disco con éxito brutal y sin precedentes en el país nipón, pero de locos, tuvo más éxito que el año anterior en Europa.
1997-1998
En 1997, se tomó un descanso y en 1998 lanzó un nuevo tema con ritmos latinos (Scatmambo).
Sin embargo, ese año destacaría por algo mucho más triste, le diagnosticaron cáncer de pulmón.
1999
A pesar de las recomendaciones médicas, en 1999 lanzó su tercer disco, Take Your Time, con algo menos de esa energía y vitalidad que lo caracterizaba, como era de esperar por su enfermedad.
Y lamentablemente, el 3 diciembre de ese año, John Paul Larkin, nuestro querido Scatman John, falleció.
Scatman John tardó 53 años en aceptarse a sí mismo. Pero cuando lo hizo, no solo se demostró a él mismo, sino también al mundo, que nuestros mayores miedos, pueden convertirse en nuestras mayores fortalezas. Como él mismo dijo:
"Soy una estrella, no a pesar de que tartamudeo, sino porque lo hago."
¿Y vos qué pensás? ¿Qué aspectos de vos misma o vos mismo no estás aceptando que podría estar bloqueando tu éxito?
En el mundo del desarrollo de software, de la gestión de producto, del diseño, al igual que en cualquier otro ámbito, nuestra autenticidad puede ser nuestra mejor herramienta, nuestro mayor valor. Porque ser auténtico significa que todo lo que pensamos, decimos y hacemos es coherente, y eso, aunque suena fácil, muchas veces no lo es.
En mi caso, la autenticidad es tan importante que por eso es uno de los 8 valores personales que definí para mí mismo como profesional. ¿Querés saber por qué y cómo definí mis valores personales? En el próximo post de La Chimichurrería te lo cuento, así que suscribite, compartime y metele un like a esto 👍.
Ahora, ¡Abracemos eso que nos hace únicos, diferentes, especiales, y tengamos el coraje de brillar! Porque como dijo Mark Twain.
"El coraje es resistencia al miedo, el dominio del miedo, no la ausencia de miedo."
¡Un abrazo de gol para vos y para los tuyos!